Cine y helados

Donde acaban todas las promesas sin cumplir
aquí he acabado yo también,
donde van a parar a diario
todas las vidas ke por azar no fueron vividas
como en esa película de Gwyneth Paltrow,
aquí me encuentro.

He envejecido al instante
aquí las promesas siguen mintiendo excusas
siguen disculpándose con despistes,
me maltratan sin saberlo
me asfixian con el aire que aquí no hay
que ya no queda.

El desconcierto aún me alivia
me produce la suficiente impotencia
para no darme cuenta de que muero de pánico,
la suficiente niebla para no saberme sufrir.
Doy la vida por sobrevivir, doy mi labia a quien la quiera,
doy el alma por permanecer desconcertada.

Las promesas que ni tú ni yo dijimos
porque las dimos por sentado
y no cumplimos,
las promesas que me rodean
las mil vidas que nos robó nuestro encuentro
son quienes ahora me golpean que muera.

Por si no vuelvo, por favor escribe en el suelo de mi cuarto:
“ Sin alegría la vida es el engaño de la suerte
sin utopía la vida fue un ensayo de la muerte,
sin la tristeza que me quitabas me debilitaba y vaciaba
sin mi pérdida jamás gané
sin mi derroche jamás sentí ”

Sabes, creí todo este tiempo vivir anclada
y al final resultó que yo era el ancla,
no pude ser otra cosa.
Rendí la intimidad que quise compartir contigo
nunca desee nada más que eso,
todo lo ke jamás quise en esta vida fue tener a alguien
con kien ir al cine y comer helados.

Ni se te ocurra echarme de menos, al fin y al cabo
la curiosidad siempre fue mi punto flaco
y el misterio formaba parte de mi encanto,
eso lo sabías. Te lo dije desde el principio.
Menos mal que estoy demasiado desconcertada para llorar
menos mal que ya me muero
menos mal que ya me acabo.