eight. Paseo zona los Austrias
La paradoja sería empezar un nuevo capítulo vital como quien pretende pasar a limpio los apuntes de la carrera sin dejarse nada.
Repasar la desesperación subrayando a lápiz cada rendida palabra.
Avanzar al afianzar, por ninguna razón, siendo el desde y mismo sitio
y que de ahí salen mis viajes.
Rescatar la fogata en cada página, quitándole el polvo a los siglos.
Sacándole el brillo a la blanca noche con vinagre, al cariño mío
al abandono rodado por los Países Bajos...
Volviendo a tropezar con la locura, gracias bella
por la infinidad.
Por ser la piedrangular sobre la que giran mis luces.
Por comer milamores mientras la persecución de mi habla.
Incluso por la resaca.
Bajar al bar a por quienes fuimos y quedarme con tu cansancio.
Tú persona de mi isla desierta.
A quien llevarme junto a la música y la pizza margherita.
La vida traerá y me daré toda soy.
Llegó ya, quiérola, quiero, quisiera...
Que me dé el aire en la cara y yo a el mis sueños.
Que la libertad se lleve mis semillas y (así) pueda verlas.
Que de golpe clara el agua no nos falte nunca
y en las fachadas, grandes carteles, ojos gigantes.
Aquí vivo yo, cómo te llamas?
Venga el repente, rompa murallas.
Cada día una lágrima y una capa.
A la cara con la realidad, enfrentarnos cara a cara.
La tristeza sólo es no saber qué hacer con la tiza.
Decirle a la sociedad: esto es lo que no me gusta de ti.
A la gente en cambio, piropearnos tol rato.
Qué bien te queda esa sonrisa.
Esa certeza se está moviendo. Es nuevo ese secreto?
Todo puede terminar en cualquier momento perfecto
pero todavía hay también un sinfín.
Abro y cierro el balcón y alegría.
Tekiero verde cerca.
Ven bocanada como las paredes del mar, con agallas.
Expándenos en abstracto.
En sentido figurado.
La poesía, literalmente, es mi vida.
Apurar hasta la última gota de sangre aturdida en adagio.
No lo viví para contarlo. Lo viví
porque quería vivirlo.
(Y puede que sea eso lo que me notas).
Lo que deja en evidencia que algo al fondo de mi mente consciente
sí que quiso hacernos daño.
La cadencia en los andares eran los despertares,
atrás, cuánto corrimos (para la poca marca).
El olor mojado de tu sudor cuando mi cama individual, bastante después.
De antemano saber
que no podrás explicar el mal-camino
si sigues por ahí.
No echo de menos ningún tiempo ya que sigue en mis adentros
cumpliendo la perpetua.
No me duele el choque ni me marea el corte
ni me asusta aquella foto con su jerga callejera.
Es a la diosa Templanza a cuyos pies se rinde la ausencia de nada.
Que me dé el aire en la cara
y se fíe de mi pacto.
Que el arrodillado amarillo torne blanquecino, amar y tú
y no caigamos.
Ver en los cuadernos que han sobrevivido a la quema de puro milagro
que vendrá abril, sea quien sea y cuando sea, llegará
y respirará mi estatua.
No woman no cry (Andrés Calamaro)
https://www.youtube.com/watch?v=CbYDF4C0Rw4
posted by silvi orión at 4:25 p. m.
|
2 comments
